El mes de ayuno musulmán de Ramadán coincide este año con las Olimpiadas, y los deportistas musulmanes tienen ante sí el dilema de ser fieles a su religión o a su bandera, o sea, ayunar o no durante la competición.
El Ramadán es uno de los pilares del Islam: durante los 30 días que dura, el musulmán no puede comer, beber ni mantener relaciones sexuales entre el alba y el ocaso, lo que podría ser fatal para las prestaciones de los deportistas.
Sin embargo, Dios es clemente y misericordioso, como dice el Corán, o al menos lo son sus intérpretes en la tierra, ya que los ulemas (sabios religiosos) consultados en distintos países islámicos han dispensado a los deportistas de los rigores de la abstinencia a condición de que, una vez pasados los Juegos, ayunen tantos días como faltaron a su obligación.
En Marruecos, fue la Federación Marroquí de Ciclismo la que hace más de dos meses solicitó oficialmente una dispensa, y la Comisión de Ulemas ha tardado semanas en consensuar una ´fetwa´ (edicto) que finalmente ha dado permiso a los deportistas para comer y beber durante la competición, aunque esta licencia debe ser refrendada por el rey Mohamed VI..
Lo mismo hizo el Comité Olímpico Egipcio, que se reunió con el ´mufti´ de la república, Ali Gomaa, para solicitar ser eximidos, y este último les dio su acuerdo.
En Arabia Saudí, uno de los países más rigoristas con las cuestiones religiosas, el Comité Olímpico es paradójicamente liberal, y su
director, Jaled al Dajil, dijo que corresponde a cada atleta decidir si ayuna o no, pero opina que los deportistas que van a Londres son viajeros y, como tales, el islam les dispensa del ayuno.
director, Jaled al Dajil, dijo que corresponde a cada atleta decidir si ayuna o no, pero opina que los deportistas que van a Londres son viajeros y, como tales, el islam les dispensa del ayuno.
Mientras que en Jordania, el Comité Olímpico también asegura que da libertad a sus miembros, y un portavoz afirmó que sus deportistas pueden guiarse por las ´fetwas´ expresadas por prestigiosos jeques o instituciones panislámicas que en el pasado han mostrado casi sistemáticamente tolerancia en lo tocante a competiciones deportivas.
En este sentido, la Academia de Investigaciones de Al Azhar de El Cairo ha dejado clara más de una vez su tolerancia en el caso de los deportistas que piden ser eximidos del ayuno.
«El deporte se ha convertido en un trabajo en el que las personas se especializan y por el que reciben un salario. Si se endurece ese trabajo a causa del ayuno, entonces es lícito romperlo», razona el jeque Abdelmoti Bayumi.
Con todo, las opiniones expresadas por ulemas y muftis no son estrictamente vinculantes, y corresponde a cada deportista decidir si escucha a los sabios musulmanes o compite en ayunas. Y es que el hábito del ayuno está tan enraizado entre los musulmanes que incluso entre los eximidos (enfermos y embarazadas) son muchos los que lo siguen al pie de la letra.
* JAVIER OTAZU para
* LA PRESENTE NOTA NO TIENE NADA QUE VER CON PROSELITISMO RELIGIOSO NI MUCHO MENOS ,SOLO ESTÁ PUBLICADA CON LA INTENCIÓN DE VER COMO SE ADAPTA EL DEPORTE ANTE DIVERSAS SITUACIONES QUE PLANTEA EL SER HUMANO ,EN ESTE CASO COMO INTERACTUA CON LA FÉ.