Los bebés son grandes gimnastas desde que nacen. Su cuerpo debe fortalecerse tanto como para que puedan primero incorporar la cabeza, luego sentarse y por último caminar. Un desarrollo evolutivo verdaderamente asombroso. Tú puedes ayudar a tu bebé.
En la medida que los bebés crecen, los ejercicios son un poco más complejos. La clave principal para estimularlos es nunca exigirles o presionarlos. Sólo se logrará frustrar a un niño que es incapaz de cumplir las metas ansiadas por sus padres.
El camino del ejercicios de un bebé es lento pero muy rico. Sus músculos deben fortalecerse tanto como para permitirles caminar, por ejemplo. Algo que a nivel corporal es muy complejo. Los ejercicios que pueden realizar mes a mes:
Obvio que un recién nacido no puede ser sometido a ningún ejercicio. En este momento los niños se limitan a comer y dormir. A partir del sexto mes de vida hay pequeños ejercicios que se pueden realizar. La psicóloga Isabel Lira, autora de varios manuales de estimulación para niños, recomienda dejar al bebé tendido de espaldas. Tomar sus manos, juntarlas y separarlas. Lo mismo con las piernas.
El camino del ejercicios de un bebé es lento pero muy rico. Sus músculos deben fortalecerse tanto como para permitirles caminar, por ejemplo. Algo que a nivel corporal es muy complejo. Los ejercicios que pueden realizar mes a mes:
Obvio que un recién nacido no puede ser sometido a ningún ejercicio. En este momento los niños se limitan a comer y dormir. A partir del sexto mes de vida hay pequeños ejercicios que se pueden realizar. La psicóloga Isabel Lira, autora de varios manuales de estimulación para niños, recomienda dejar al bebé tendido de espaldas. Tomar sus manos, juntarlas y separarlas. Lo mismo con las piernas.
En esta misma posición se pueden tomar las piernas del bebé y estirarlas y flexionarlas. Esto también lo ayudará a eliminar gases. A los dos meses y con el bebé recostado de espaldas se lo puede ayudar con sus piernas con movimientos similares a los de la bicicleta. Esto es mover sus piernas como si pedalearan.
En esta etapa, y con la ayuda de los adultos, se lo puede hacer pasar de la posición de espaldas a boca abajo. A los tres meses un juego interesante involucra el cuerpo del bebé. Ayudarlo a mirar sus pies. Ya puedes auxiliarlo a ejercitar levantar la cabeza y el pecho. Para eso debes acostarlo boca abajo y cuidarlo mucho para evitar cualquier peligro de asfixia.
A los cuatro meses ellos amarán chapotear en el agua. Incluso puedes comenzar a ayudarlo a sentarse. Para esto estira con cuidado sus piernas. Luego coloca tu mano debajo de su cabeza y comienza a sentarlo lentamente.
A los cinco meses un buen ejercicio, ideal para los ambientes cálidos, está basado en su propio cuerpo. Deja a tu niño en pañales y en una superficie blanda. Verás cómo él adorará tomar sus piernas, patalear y moverse en libertad.
A los cuatro meses ellos amarán chapotear en el agua. Incluso puedes comenzar a ayudarlo a sentarse. Para esto estira con cuidado sus piernas. Luego coloca tu mano debajo de su cabeza y comienza a sentarlo lentamente.
A los cinco meses un buen ejercicio, ideal para los ambientes cálidos, está basado en su propio cuerpo. Deja a tu niño en pañales y en una superficie blanda. Verás cómo él adorará tomar sus piernas, patalear y moverse en libertad.
En esta segunda etapa de su vida los ejercicios se van enriqueciendo a medida que los bebés adquieren más fortaleza física. Este desarrollo no tiene patrones generales, los bebés caminan (por ejemplo) a diferentes edades. Hay pequeños que lo hacen antes del año y otros que demoran un poco más. No desesperes nunca. Más bien consulta con su especialista para evitar cualquier duda.
A los siete meses, los bebés ya pueden practicar esto de pararse. Para eso deberás ayudarlo. Apóyalo en sillas, con tu protección siempre, o en algún mueble. Puedes, dice la psicóloga Isabel Lira, sacarle su juguete y colocarlo cerca de él. Esto lo obligará a desplazarse.
A los ocho meses el corral es su mejor gimnasio. Lo ayuda a moverse con libertdad pero sin peligros. Y además estimula esto de pararse y sentarse. Intenta conseguir uno. Respecto de los andadores hay diferencias entre los médicos. Muchos dicen que no ayudan a que los bebés caminen como corresponde.
Un juego divertido para estimularlo es el siguiente. Sienta a tu bebé en la cama. Toma sus piernas y levántalas suavemente. El bebé irá perdiendo el equilibrio y hará fuerza para sostenerse. Es bueno sonreír con él y reírse cuando finalmente se cae de espaldas.
A los nueves meses hay que continuar con la estimulación para que el bebé camine. De a poco y en medio de juegos y diversión.
Para los 10 a los 12 meses las indicaciones son similares. Dejarlos jugar con poca ropa sobre la cama (con supervisión) para que experimente en libertad. Ayudarlos a caminar de a poco, premiarlos siempre que logran dar un paso nuevo y sobre todo amarlos. Tarde o temprano aprenderán todo. No es una carrera, más bien un camino largo que debe ser placentero para ellos.
* Celeste Polidori, Univision.com