Hola a todos los amig@s de la Bolsa del corredor. Como comentamos anteriormente, vamos a repasar algunas de las patologías comunes en todos aquellos que llevamos lo de correr en la sangre, con el fin de orientaros en sus posibles causas y en una rápida mejora.
La primera entrega de la fascitis plantar estuvo plagada de comentarios de corredores con el dichoso dolor en el talón. Intentamos solucionar vuestras dudas y agradecemos sinceramente vuestra intervención para alertar de las posibles consecuencias si no se trataba correctamente.
Hoy le toca ser el protagonista a otro “maldito roedor”, la malnacida y tristemente conocida por algunos de vosotros, la periostitis tibial. Para comenzar, diremos que el periostio es una membrana fibrosa y vascularizada, la cual nutre y da sensibilidad al hueso y se sitúa por la superficie externa de éste a excepción de zona de inserción de ligamentos, tendones y superficies articulares.
De este modo, la periostitis tibial es una inflamación del periostio, que generalmente afecta a la zona distal y medial de la tibia, también conocida como espinilla. La inflamación produce un maldito dolor gradual, muy intenso, urente (la sensación es que “la tibia arde”), que aparece cuando corremos (llegando a hacer que debamos parar si o si) y que al ceder el ritmo o en reposo se mitiga.
Cuando descansamos, persiste cierta molestia en la zona y aunque tras unos días quizá podamos olvidar el dolor, este volverá a aparecer cuando volvamos a “probarnos” corriendo nuevamente (que seguro que será al cabo de pocos días, je, je). En ese momento, aparecerá nuevamente el dolor y con la misma intensidad previa.
Cuando descansamos, persiste cierta molestia en la zona y aunque tras unos días quizá podamos olvidar el dolor, este volverá a aparecer cuando volvamos a “probarnos” corriendo nuevamente (que seguro que será al cabo de pocos días, je, je). En ese momento, aparecerá nuevamente el dolor y con la misma intensidad previa.
Esta inflamación está debida al continuo traumatismo del pie con el suelo. Se cree que las vibraciones trasmitidas por el entrenamiento muy intenso sobre terreno duro (asfalto, cemento), por un apoyo incorrecto (pies pronados o supinados) o un calzado deportivo inapropiado pueden ser causa de esta molesta lesión del corredor.
Una vez identificado a que se debe la inflamación y el dolor que tanto nos trae de cabeza. ¿Qué debo hacer? ¿Qué dices? ¿Después de todo lo que tuve con la fascitis …otra vez reposo, y hielo?. ¡Estos podólogos con descanso y frio lo arreglan todo!.
Pues si amigos, el primer y mejor remedio para ello es parar de correr o por lo menos bajar el ritmo y probar por superficies más blandas (hierba) para que nuestras piernas descansen, acompañándose con la aplicación de hielo en periodos de 5-10 min con la pierna elevada de 15-20 cm sin superar los 20 min.
De hecho, no hace falta que insista mucho, parareis si o si debido al intenso dolor. Es importante empezar a tratar pronto esta patología, ya que una periostitis mantenida puede desembocar en una fisura o incluso en una fractura total por stress, como en el caso de David Villa.
¿Cómo continuar el tratamiento si no desaparece el dolor?
Si tras todo ello el dolor persiste nuestro fisioterapeuta de confianza (el único que conoce nuestros verdaderos propósitos en la siguiente carrera, como pegarle el hachazo a nuestro compañero de entrenamientos en la ultima recta, je,je…) nos podrá ayudar con Masoterapia mediante masaje de fricción transversa (cyriax), que ha demostrado buenos resultados sobre la periostitis tibial, a pesar de ser un método un tanto doloroso para muchos de los pacientes. También podría darnos sesiones de magnetoterapia, que consiste en el tratamiento mediante campos magnéticos de baja frecuencia e intensidad. La magnetoterapia produce efectos beneficiosos como son la relajación muscular, vasodilatación local, efectos sobre el metabolismo del calcio en hueso y efecto analgésico. En un proceso agudo podremos obtener resultados de 6 a 10 sesiones de 15 min., mientras que si la patología se ve cronificada puede ascender hasta las 20 sesiones.
Una vez nos sintamos mejor y comencemos a correr podemos utilizar vendajes funcionales para relajar la sobrecarga sufrida por la zona mediante vendajes con tracción hacia la parte externa de la tibia si el dolor se encuentra en la zona externa y al contrario si éste se encuentra en la zona interna.
Me encuentro genial pero… ¿AHORA QUE HAGO PARA QUE EL DOLOR NO VUELVA A APARECER?
Para todo atleta es muy importante realizar un buen calentamiento y sobre todo estiramientos de sus herramientas de trabajo (nuestras sufridas piernecillas). Esto le aportará flexibilidad a los músculos, ligamentos y tendones, haciéndolos mas resistentes a las vibraciones y por tanto serán más eficaces en los impactos y podrán evitar la aparición del dolor. Otro paso importante, aunque difícil de llevar a cabo es el cambio de terreno por el que correr. Sería conveniente reducir al máximo correr sobre asfalto, cemento, etc… y buscar correr más sobre hierba, tierra, etc. Pero, ¿en que cuidad podemos llevar esto a cabo?. Una buena solución puede ser la de buscar algún parque que tenga al menos 1 o 1,5 km de cuerda y hacer nuestros entrenamientos allí. Aunque si estáis entrenando una tirada larga de Maratón, ¡podéis acabar desquiciados!
Es importante que un podólogo os haga un estudio biomecánico e identifique posibles causas que puedan provocar la periostitis. En caso de que presentéis alteraciones en la pisada, en la actualidad las plantillas permiten incluir materiales técnicos que son capaces de absorber parte de las vibraciones que se producen en el impacto de talón. Esto ayudará a matar dos pájaros de un tiro, por un lado compensamos el déficit biomecánico y por el otro reducimos las vibraciones que se trasmiten a nuestra extremidad inferior. Bueno, amig@s de la Bolsa del Corredor, espero que no tengáis nunca esta patología (que duele como ella sola), y si tristemente es así …. ¡que os recuperéis pronto!. Es más agradable encontrarte en las carreras con los colegas en plenas facultades (aunque lo nieguen rotundamente, siempre se curan en salud por si les ganamos, je,je).
¡Nos vemos por los caminos!