La mayoría de los deportes modernos reconocen antecedentes más o menos directos en la práctica de distintos juegos físicos por parte de los miembros de las civilizaciones antiguas. Desde los lejanos ejercicios rítmicos del Cong-Fu, que formaban parte de una práctica religiosa en la China del año 2800 a.C., hasta el más reciente atletismo griego del siglo V anterior a nuestra era , esos juegos han ido sufriendo modificaciones parciales paralelas al desarrollo de las sociedades en que se ejercitaban. Es que también las actividades deportivas forman parte de la producción social de los pueblos , y a su vez, constituyen una expresión de su grado de desarrollo y de la etapa de evolución histórica en que se encuentran. Las sociedades indígenas estaban comprendidas dentro de esas leyes históricas, y se ha descubierto que desde la época precolombina existían en el territorio de América distintas prácticas deportivas, estrechamente ligadas a los oficios religiosos unas; otras más unidas a las condiciones materiales de vida y a las exigencias de destreza física que ellas imponían al hombre, entre que las que la caza y las prácticas guerreras resultaban las más importantes. El pokyah y el tlachtli aztecas, el baggataway de las tribus meridionales del actual Canadá, también jugado por los iroqueses y cherokes norteamericanos, el gomahcari de los taramaras mexicanos, la balsería hasta hoy practicada por tribus panameñas, el Pali-Kuden y el loncotun araucanos, la Cha-Huasiña del imperio incaico, constituyen algunas de las más importantes expresiones deportivas de los indígenas, que en ciertos casos, influyeron sobre los juegos de las civilizaciones conquistadoras. |
Llegar a saber con certeza cuándo y dónde nació verdaderamente el ajedrez, es pretender apresar lo inasible. Si bien se han tejido mil conjeturas al respecto y se han realizado investigaciones minuciosas , los afanes de quienes así perseveraban se han visto de continuo mutilados por la sombra impenetrable de los siglos. Entre los objetos hallados en la tumba de Tutankamón, por ejemplo, fueron encontradas piezas de un juego de interior que se supuso habría pertenecido a un juego del que habría derivado el ajedrez. Tiempo después, no obstante , hubo que descartar aquella teoría. Quizás el primer vestigio palpable que se tiene hasta la fecha de una forma de ajedrez, data de 500 años antes de la era cristiana y fue descubierto en la India bajo el nombre de Chaturanga. Los persas adoptaron el juego y a ellos debemos gran parte de su actual nomenclatura. Asimismo, los árabes fueron quienes difundieron el ajedrez a lo largo de la costa norte de África y en la Península Ibérica. Los Bizantinos, entusiastas y practicantes del juego ciencia, lo difundieron en Rusia y en los Países Escandinavos. Aquel tipo de ajedrez, sin embargo, no echó raíces en Europa Occidental, en donde prevaleció la forma italiana del juego, derivada de una fusión con el ajedrez árabe. Muchos son los tratados sobre teoría que nos han legado aquellos grandes jugadores de antaño -entre los cuales merecen destacarse los árabes - pero los escritos más antiguos en existencia pertenecen a los jugadores españoles del Siglo XVI, entre los cuales debemos mencionar a Ruy López de Sigura, fraile español desaparecido en 1561. Las competencias individuales de quienes pretendían ser los más grandes jugadores de su tiempo, llevó en el siglo pasado a la realización de un torneo entre los mejores ajedrecistas de la época. Dicho torneo fue llevado a cabo en Londres, Inglaterra, en 1851, y su vencedor fue el brillante combinador alemán Adolf Anderssen. Oficialmente, el primer campeón mundial de ajedrez fue Wilheim Steinitz. (1) La expresión Jaque Mate, proviene de las palabras persas : SHAH MAT : "el Rey está muerto". | ||||
El Baggataway, muy difundido en las regiones boscosas de América del Norte, se jugaba en campos muy extensos sin medida determinada, en los que se colocaban dos arcos de tipo similar a los del rugby, y con una pelota construida con un trozo de cuero cosido relleno de cerda. Los jugadores (cuyo número tampoco estaba determinado, y oscilaba entre 50 y 100 por equipo, pudiendo enfrentarse éstos en un mismo juego con diferencia en la cantidad de componentes) tenían por objetivo introducir la pelota en el arco contrario, y no podían tocarla con las manos durante el juego. Para darle impulso utilizaban una especie de raqueta muy grandes, llamadas sticks, y según las distintas regiones, cada jugador usaba una o dos raquetas a la vez. La gran cantidad de jugadores y el tamaño de las raquetas daban un carácter muy violento a este deporte que arrojaba gran cantidad de accidentados y contusos. Las partidas de baggataway se jugaban en ocasiones excepcionales , y estaban cargadas de una gran solemnidad. Siempre eran precedidas por una serie de ceremonias y ritos de carácter religioso, destinadas a pedir a los dioses que otorgaran más vigor a los hombres que participarían de la lucha. Este juego, fue adoptado y modificado por los europeos, y dio origen al lacrosse, actual juego nacional de Canadá. |
Las infinitas combinaciones y variantes del juego del ajedrez, un vértigo mental, un remolino emocional. El muro de silencio que separa - y une - a los contendientes. El enfrentamiento ¿es, en realidad, entre dos? ¿O es una contienda, consigo mismo?. Porque en ningún otro juego se expone de manera tan evidente la propia inteligencia, de manera tan exclusiva la posibilidad de una derrota, el reconocimiento, al rendir el propio rey. Luego, la pesadilla retrospectiva; si hubiera hecho esto, si hubiera movido la torre, el caballo, el alfil, de tal o cual manera, si hubiera estado más atento, si hubiera observado mejor el movimiento de su mano, los rictus de su cara, si no me hubiera dejado estar con ese peón adelantado, etc, etc. Lo admirable, una de las múltiples facetas admirables del ajedrez, consiste en la avalancha de excusas con efecto retroactivo que se le presentan al perdidoso. ¿Y la voluntad? ¿ La voluntad de ganar, de destrozar el cerebro de quien está accidentalmente enfrente?. Un deporte. Pero, ¿lo es, en realidad?, donde el esfuerzo físico no cuenta, o cuenta en mínima medida, donde los músculos mentales, en cambio se han desarrollado de un modo monstruoso. Eso se ve, pero sólo ante el tablero. ¿Y el tablero, esos escaques, que mirados de otra manera, llevan a la multiplicación de ilusiones ópticas, simétricos, monótonamente cuadrados, cada uno un abismo, un pozo de acechanzas, el canto de una sirena seductoramente fatal?. Cada escaque, un destino, imprevisible en sus consecuencias más remotas. Sorpresa tras sorpresa. ¿Un juego, un deporte como los demás?. Peor, la lucha se plantea en términos de una mente, de sus posibilidades y potencialidades, que son finitas, contra otra igualmente finita. Pero lo psíquico es más, un alma, un soplo, batiéndose contra otra entidad psíquica. Oposición de almas. Y el alma es mucho más que el cuerpo. Perdura, es una de las dimensiones del tiempo, aquello, por esencia, inconmensurable, hasta que se encuentre una respuesta definitiva. Y que trasciende. El cosmos es su hogar, su legítimo espacio. El goce o la derrota de las almas escapa, en consecuencia, a la suma de todos los vocablos, desborda sentimientos, ideas y emociones, rebasa los poderes múltiples de sus múltiples significaciones. Sesenta y cuatro escaques. Treinta y dos piezas. Y según el orden instaurado hace tantos siglos, desde la espesura india hasta las pálidas costas de Finisterre, los peones podrán abatir al rey, y la poderosa reina cederá al empuje del caballo negro. Para siempre. Quizás. Material compilado y supervisado por la educadora argentina Nidia Cobiella (NidiaCobiella@RedArgentina.com) |
Dedicado a la vida deportiva e institucional, del Club Deportivo Talleres Canarias y al deporte en general.
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miércoles, 8 de agosto de 2012
DEPORTES Y JUEGOS POR INDÍGENAS
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