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viernes, 26 de febrero de 2016

Sin violencia gana el fútbol

VET-HID
Detalle deportivo por el juego limpio en el partido que enfrentó al CD Veteranos del Pilar y al Unión Pedro Hidalgo de la categoría primera cadete grupo cinco.
En estos tiempos que corren, donde se habla una semana si y otra también de algún acto violento en los terrenos de juego, es bueno destacar el gesto que tuvieron los jugadores  al final del partido de liga disputado ayer tarde en el estadio Chano Cruz del barrio capitalino de San José.
El partido lo fue ganando el equipo que jugaba de local, el Veteranos del Pilar “C” casi hasta los últimos minutos por 1-0. Al filo de la conclusión del encuentro y en una falta desde larga distancia a favor del Pedro Hidalgo, equipo visitante, se cuela el balón en la portería del Pilar estableciendo el empate definitivo en el marcador. Ese empate llevaba la alegría a unos y la tristeza a otros como es lógico en cualquier deporte donde se compite.
Sin embargo tras el pitido final los jugadores del Veteranos del Pilar, equipo que había visto como volaban 2 puntos al final del partido, tuvieron ese maravilloso gesto de deportividad, haciéndole un pasillo a su rival y compartiendo de alguna manera la alegría de los visitantes.  Acabaron unos y otros saludándose y al mismo tiempo trasladaron a la grada ese buen gesto donde fue recompensado por los asistentes con aplausos hacia los dos equipos.
Pensamos que esto fortalece este deporte y lo hace mucho más atractivo. Al abandonar el recinto del Chano Cruz se palpaba en la grada  un ambiente de complicidad en las dos aficiones, unidas por la actitud de uno jóvenes futbolistas que quieren que el fútbol tome otro rumbo que no sea el de la violencia y la falta de respeto.
* http://www.futbolaspalmas.com/noticia/sin-violencia-gana-el-futbol/
VET-HID

miércoles, 10 de febrero de 2016

Cuentos : "Ganar o perder". "El niño súper campeón".


Pepito odiaba perder a lo que fuera. Sus papás, maestros y muchos otros decían que no sabía perder, pero lo que pasaba de verdad es que no podía soportar perder a nada, ni a las canicas. Era tan estupendo, y se sentía uno tan bien cuando ganaba, que no quería renunciar a aquella sensación por nada del mundo; además, cuando perdía, era justo todo lo contrario, le parecía lo peor que a uno le puede ocurrir. Por eso no jugaba a nada que no se le diera muy bien y en lo que no fuera un fenómeno, y no le importaba que un juego durase sólo un minuto si al terminar iba ganando. Y en lo que era bueno, como el futbolín, no paraba de jugar.Cuando llegó al colegio Alberto, un chico nuevo experto en ese mismo juego, no tardaron en enfrentarse. Pepito se preparó concentrado y serio, dispuesto a ganar, pero Alberto no parecía tomárselo en serio, andaba todo el rato sonriente y hacía chistes sobre todo. Pero era realmente un fenómeno, marcaba goles una y otra vez, y no paraba de reir. Estaba tan poco atento, que Pepito pudo hacerle trampas con el marcador, y llegó a ganar el partido. Pepito se mostró triunfante, pero a Alberto no pareció importarle: "ha sido muy divertido, tenemos que volver a jugar otro día"Aquel día no se habló de otra cosa en el colegio que no fuera la gran victoria de Pepito. Pero por la noche, Pepito no se sentía feliz. Había ganado, y aún así no había ni rastro de la sensación de alegría que tanto le gustaba. Además, Alberto no se sentía nada mal por haber perdido, y pareció disfrutar perdiendo. Y para colmo al día sigiente pudo ver a Alberto jugando al baloncesto; era realmente malísimo, perdía una y otra vez, pero no abandonaba su sonrisa ni su alegría.Durante varios días observó a aquel niño alegre, buenísimo en algunas cosas, malísimo hasta el ridículo en otras, que disfrutaba con todas ellas por igual. Y entonces empezó a comprender que para disfrutar de los juegos no era necesario un marcador, ni tener que ganar o perder, sino vivirlos con ganas, intendo hacerlo bien y disfrutando de aquellos momentos de juego.Y se atrevió por fin a jugar al escondite, a hacer un chiste durante un partido al futbolín, y a sentir pena porque acabara un juego divertido, sin preocuparse por el resultado. Y sin saber muy bien por qué, los mayores empezaron a comentar a escondidas, "da gusto con Pepito, él sí que sabe perder".

Había una vez un niño al que lo que más le gustaba en el mundo era ganar. Le gustaba ganar a lo que fuera: al fútbol, a los cromos, a la consola... a todo. Y como no soportaba perder, se había convertido en un experto con todo tipo de trampas. Así, era capaz de hacer trampas prácticamente en cualquier cosa que jugase sin que se notara, e incluso en los juegos de la consola y jugando solo, se sabía todo tipo de trucos para ganar con total seguridad.Así que ganaba a tantas cosas que todos le consideraban un campeón. Eso sí, casi nadie quería jugar con él por la gran diferencia que les sacaba, excepto un pobre niño un poco más pequeño que él, con el que disfrutaba a lo grande dejándole siempre en ridículo.Pero llegó un momento en que el niño se aburría, y necesitaba más, así que decidió apuntarse al campeonato nacional de juegos de consola, donde encontraría rivales de su talla. Y allí fue dispuesto a demostrar a todos sus habilidades, pero cuando quiso empezar a utilizar todos esos trucos que sabía de mil juegos, resultó que ninguno de ellos funcionaba. ¡Los jueces habían impedido cualquier tipo de trampa!Entonces sintió una vergüenza enorme: él era bueno jugando, pero sin sus trucos, fue incapaz de ganar a ninguno de los concursantes. Allí se quedó una vez eliminado, triste y pensativo, hasta que todo terminó y oyó el nombre del campeón: ¡era el niño pequeño a quien siempre ganaba! Entonces se dio cuenta de que aquel niño había sido mucho más listo: nunca le había importado perder y que le diera grandes palizas, porque lo que realmente hacía era aprender de cada una de aquellas derrotas, y a base de tanto aprender, se había convertido en un verdadero maestro.Y a partir de entonces, aquel niño dejó de querer ganar siempre, y pensó que ya no le importaría perder algunas veces para poder aprender, y así ganar sólo en los momentos verdaderamente importantes.




* http://cuentosparadormir.com

domingo, 7 de febrero de 2016

Respeto igual a Futbol.

Gracias al CD Longueras ,al cuerpo técnico ,jugadores y afición ,por compartir una verdadera tarde de fútbol.Muchísima suerte para lo que queda de liga y esperamos poder volver a cruzarnos en vuestro camino. A sido un placer.